Hundía mis manos en la arena y la acariciaba entre mis manos hasta dejarla caer de nuevo. Me concentraba en sentir la rugosidad de los granos de arena, al tiempo que identificaba los distintos colores que la componían: motas negras sobre el fondo marrón y destellos dorados, que casi brillaban. Acariciaba así los últimos días… Seguir leyendo Acariciando los últimos días de verano…